Nuevas tecnologías y cambio social


     La evolución y transformación de las sociedades depende en gran medida de los aportes tecnológicos. Al igual que la Revolución Industrial y la Postindustrial transformaron el escenario social a nivel político, económico, demográfico... La incursión de las Tecnologías de la Información y la Comunicación ha dado lugar a una nueva Revolución, la denominada tercera Revolución Tecnológica, que  ha supuesto la aparición y desarrollo de lo que conocemos como sociedad red. Pero, teniendo claro que las tecnologías tienen la capacidad de transformar las sociedades, cabe hacerse la siguiente pregunta ¿somos las personas quienes adaptamos los espacios virtuales a nuestros comportamientos-acciones o son las aplicaciones tecnológicas en red las que están cambiando nuestro modo de actuar?


     Es complicado responder a esta cuestión, posiblemente porque en el proceso de adaptación, de acomodamiento a los nuevos escenarios, el comportamiento humano influye en el desarrollo de estos del mismo modo que la apropiación social de las nuevas tecnologías influye en nuestros comportamientos. Se trata de un proceso en el que, tanto las personas de forma individual como colectiva deben ir madurando como integrantes de esta nueva sociedad. Y este proceso de maduración requiere de la adquisición de destrezas y competencias a diferentes niveles. (Álvarez y Domínguez, 2012)

     En primer lugar, un aprendizaje técnico, como es la adquisición de competencias en el manejo de las herramientas utilizadas en los espacios en red. En segundo lugar, un aprendizaje comunicativo, y en este punto podemos comenzar a hablar de una verdadera transformación, que afecta tanto a los códigos como a los símbolos empleados: emoticonos, abreviaturas, nuevos términos…, que permiten dotar a la comunicación a distancia de recursos que suplan las carencias propias de la ausencia de presencia física. Se produce una transformación del lenguaje (reducción del uso de palabras, de signos de puntuación, de exclamación o tildes) en la que influyen las herramientas tecnológicas, no es lo mismo escribir en 140 caracteres para Twitter que un post en Facebook o un blog. Sin embargo también influyen las necesidades comunicativas de los usuarios, que son, al fin y al cabo, los creadores de este nuevo lenguaje vivo. Se produce también una transformación de la estructura del lenguaje escrito, enriquecido con hipertextos, links, imágenes, vídeos, audios… (Echeverría, 2008)

     Aunque como sociedad, incorporar el manejo de herramientas y el uso de símbolos y códigos nuevos, puede resultar relativamente fácil. No entraremos aquí a desarrollar la diferencia en la forma de adquirir estas destrezas entre generaciones de usuarios. Solo señalar que esta brecha cada vez se ve más reducida. Algo distinto, y de mayor envergadura, es lo que afecta a la adquisición de las competencias necesarias para ser capaces de manejar la gran cantidad de información a la que tenemos acceso, de filtrarla, de adoptar un carácter crítico ante las noticias que recibimos cada día, de adaptarnos a los cambios, a la novedad y al caos, de ser co-creadores de contenidos creativos y de calidad, de contribuir a la producción y transmisión de conocimiento colectivo.

     Pero ¿qué actividades llevamos a cabo en la sociedad red? ¿en qué consiste el salto que hemos dado como sociedad? Se trata de un salto que afecta a gran cantidad de actividades de nuestra vida, pero que parte de manera fundamental, de las nuevas formas de relación e interacción entre las personas, entre éstas y las instituciones y entre las instituciones entre sí. Es evidente que las ventajas que la interconectividad, la ubicuidad, la difusión de la información, la generación de una cultura colectiva, etc. de que disfrutamos gracias a las nuevas tecnologías, facilitan  nuestras conexiones con los demás aumentándolas y potenciándolas. Por lo que en realidad, el cambio cualitativo se debe a la forma en que interactuamos y las conexiones que establecemos, que posibilitan, no solo la difusión y expansión de actividades que ya llevábamos a cabo antes de la aparición de la sociedad red, o la posibilidad de participación democrática y activa en la esfera pública, sino la creación de nuevos productos. (UNED, 2013)


      Ahora los contenidos que los usuarios publicamos tienen la capacidad de hacerse virales en cuestión de horas, difundiéndose en comunidades con una estructura horizontal, y que, una vez se expanden son difíciles de controlar. Y todo ello no sucede únicamente en el espacio en red o en las ciudades, la frontera se desdibuja, los movimientos se inician en la red y se trasladan a la calle, o viceversa, suceden al mismo tiempo, porque la calle y la red forman parte de un continuo. El aporte mágico de la cultura de la convergencia de la que nos hablaba Jenkins ya hace más de diez años, reside en la fuerza del conjunto, que es capaz de desarrollar una inteligencia colectiva muy superior a la de cada individuo de forma independiente, capaz de dar visibilidad a los que hasta ahora eran invisibles ante la sociedad, capaz de revisar los estereotipos, de reinterpretar la realidad,…

     Aunque no podemos obviar la perversión del uso de las Redes Sociales que algunos usuarios, quizás todos nosotros en algún momento de nuestras vidas, hacen al utilizarlas de forma compulsiva, al olvidar que no todas las experiencias vitales se deben vivir mediadas por la tecnología, o al crear contenidos con fines poco éticos. Debemos entender que, por un lado, siempre habrá gente propensa a desarrollar hábitos adictivos ante ciertos estímulos, y por otro, estamos madurando como usuarios de la red, y en eso consiste también el proceso de trasformación que estamos experimentando como sociedad. Pese a todo, debemos ser optimistas, las Redes Sociales son herramientas con un enorme potencial, es nuestra responsabilidad utilizarlas de forma eficiente. (TEDx, 2018)


     Ahora disponemos de las facilidades que nos ofrecen las herramientas online, comprar en un clic, ver series cuando y donde queramos, escuchar música desde el móvil, leer las noticias más relevantes en tiempo real, comunicarnos de mil formas, seguir lo que está haciendo alguien en la otra punta del mundo,… Y esto no solo supone una transformación social en cuanto al medio y la forma de disfrutar de estas actividades, ahora es una necesidad, que algunos ven como algo negativo. Pero… ¿Qué tiene de negativo aprovechar los avances tecnológicos para mejorar nuestra calidad de vida? Yo necesito el coche, la lavadora, el microondas,… ¿tengo una dependencia de lo tecnológico? Nadie hoy diría eso, y en cuanto a los medios digitales, en poco tiempo nadie lo dirá ya.

Bibliografía 

Álvarez Álvarez, J.F. & Domínguez Figaredo, D. (2012). El nuevo marco tecno-social: técnicas y tecnologías coproductoras de un nuevo espacio sociotécnico. Hybrid Learning, materiales de la Misión Introducción a la Innovación Abierta, http://goo.gl/MBD46

Echeverría, J. (2008). Apropiación social de las tecnologías de la información y la comunicación. Revista iberoamericana de ciencia tecnología y sociedad, 4(10). Recuperado de http://www.scielo.org.ar/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1850-00132008000100011

TEDx. (2018, mayo 21). Las redes sociales nos están separando | Carlos E. Lang [Archivo de vídeo]. Recuperado de https://www.youtube.com/watch?v=7CxmpTMBk50

UNED. (2013, enero 11). Henry Jenkins [Archivo de vídeo]. Recuperado de https://www.youtube.com/watch?v=lF0d9Gw4Myg&t=860s

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